Gorgona, Hidras y Quimeras – las terroríficas historias de Celen y las Arpías – pueden reproducirse a si mismas dentro del cerebro de los supersticiosos… pero eso se debe a que estaban antes ahí. Son transcripciones, tipos… los arquetipos están en nuestro interior y son eternos. ¿Podría, de otra manera, afectarnos la imagen de algo, que concientemente, sabemos que es falso? Es que tenemos terror hacia tales objetos por su capacidad de inflingirnos daño corporal ¡No, ni mucho menos! Tales terrores están en nosotros desde hace mucho. Son anteriores a nuestro cuerpo… o ajenos al cuerpo que es lo mismo. Que la clase de miedo aquí expuesto es puramente espiritual, que su fuerza es proporcional a su inexistencia terrena y se muestra sobre todo en el periodo de nuestra inocente infancia… todo eso son dificultades, cuya solución puede estar en alguna probable percepción a nuestra condición anterior al nacimiento y en una mirada a la sombría tierra de la preexistencia.

Charles Lamb, Brujas y otros terrores nocturnos.

Escritor británico 1775-1834.


domingo, 20 de diciembre de 2009

Cuadro 1


El medidor– 50x70cm. Tintas y acrílicos sobre cartulina.2007.

Desde el principio del tiempo se apoya sobre la tierra, donde brota la vida.

Allí donde se encuentran el cielo y la tierra, las dos envolturas del huevo del universo, hay un espacio del ancho del filo de una navaja, por el que se llega a la parte posterior del paraíso, donde no existe el sufrimiento

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